Luz

Luz

miércoles, 22 de enero de 2014

Romance del pirata y el trovador

Botella de Ron en mano,
el pirata Patapalo
en mar bravío la hazaña
narraba al aletargado
incendio de sus hogueras.
Una llama era su barco
ya casi todo ceniza
y otro incendio, apagado
su corazón hecho trizas.
El navío sin reparo
se hundía cada vez más
y el pirata…al amparo
de su buque y de la mar.
dos hogares a su lado,
frente a frente, como nunca…
y como siempre, ligados.
Y al pirata tan tenaz
que nunca había llorado
se le empañó la mirada
se le cerraron los labios
y comenzó a llorar
no pudo seguir narrando.
Afrontó la situación
pues moriría amando
a la mar que le engendró
y a su calcinado barco.

 Miles de leguas al sur
en la posada alojado
un poeta trovador
con alma de enamorado
recitaba a sus oyentes…
¡Pasaba horas recitando!
Historias de sus hazañas
parecía un gran hidalgo
que cortejaba mujeres…
¡Todo el día cortejando!
Pero lo que no sabían
es que ni siquiera un faro
podría encontrar el rumbo
del poeta enamorado
pues a fuego en sus entrañas
un recuerdo fue marcado.
Vió a su amada de siempre
rodeando con sus brazos
a otro apuesto caballero
con mucho mayor legado.
“Y si acaso eso es amor
enterradme allí abajo
donde descansan los cuerpos
y nacen los geraneos”
pensaba el pobre poeta
mientras seguía trovando.


Así, estos dos viajeros,
perecen tan desalmados…
uno de ellos muere amando
el otro: enamorado.

miércoles, 15 de enero de 2014

La espina de la rosa

Yo fui un desierto
en tu oasis,
una hoja que cayó
en tu primavera,
el desalmado rostro
de la esperanza,
la parte mala
de cada una de tus cosas buenas.
Pero, que puedo decir,
si me enseñaste
a amar el otoño,
y me abrazaste cuando
las cosas iban mal.
Si me desarmas así,
yo sólo puedo aprender
a amarte como mejor sé
que es amando la belleza
de las pequeñas cosas
pero a lo grande,
como tú me enseñaste
a hacerlo todo.

lunes, 13 de enero de 2014

Baile de Amor

“Baila, querido mío, Danubio Azul.”

Y antes de finalizar la  armonía de nuestras piernas
moviéndose al son de la melodía
ella rompió a llorar, y a correr
y por mucho que quise aquel –aquellos-  días
nunca más la volví a ver.

“Te invito a bailar, querido, pero te advierto mi compromiso”

Bailamos juntos, sin separarnos
aunque ella llevaba otro camino,
terminó su copa, pensamos en amarnos…
Se fue y aún me pregunto
si alguna vez estuvo aquí, conmigo.

“Te invito a bailar, amado mío, hasta que amanezca, o hasta que deje de sonreír por estar a tu lado (nunca)”

Ella me amaba más que nadie
y bailamos, bailamos y bailamos.
Miré su sonrisa, recordé otro baile
y me fui por creerme todavía enamorado.

“Sin escapatoria, sin prisa, aquí darás un último baile”

Así pasó toda mi vida,
y no pude danzar nunca complacido,
me relajé, y junto a la muerte
bailé dulcemente mis últimos latidos.